RSC y ODS, una sinergia necesaria

2 febrero 2022
María Meseguer | Experta en innovación y emprendimiento social

RSC y ODS están estrechamente relacionados, y se puede afirmar que una empresa que se gestiona de manera socialmente responsable generará un impacto positivo que ayudará a la consecución de los ODS, de manera directa o indirecta

Confieso que cuando llegué, por esas casualidades de la vida, al mundo de la RSC, lo hice creyendo que RS eran, exclusivamente, aquellas acciones filantrópicas y sociales que las empresas realizaban para compartir parte de su beneficio y devolver a la sociedad lo que esta les daba.

Además, empezaba a hablarse de ODS y Agenda 2030, conceptos entonces poco “explotados” que partían de los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas y de los que había oído hablar en el Telediario o leído algún artículo, asimilándolos, de la misma manera, a la Responsabilidad social de las empresas.

Para mi sorpresa, lo primero que desmontaron con argumentos teóricos y prácticos muy sólidos, fue aquella concepción cultural e histórica de lo que es la RSC y, pusieron un poco de luz en esto de la Agenda y sus ODS.  

Desde ese día, en octubre de 2016, ha llovido mucho y mucho han cambiado o deberían haber cambado las cosas, ya que la sensación de que aquel concepto filantrópico sigue implementado en el ideario colectivo y sobre todo empresarial es importante. 

A pesar del camino andado, pareciera que seguimos confundiendo la parte con el todo y unas cosas con las otras. 

De poco va a servir ser solidarios, más allá del bien social puntual que se genere con estas acciones, por supuesto necesarias e imprescindibles, si no entendemos que la RSC va de como generan las empresas sus beneficios y no de como los reparten. 

Algo parecido sucede en cuanto a la relación RSC y ODS. Muchas son las oportunidades que nos ofrece conocer y saber implementar, en las políticas socialmente responsables de las empresas, los ODS.

Por tanto, seamos conscientes de ello y aprovechemos las importantes sinergias que su relación ofrece, cuestiones que nos facilitaran una adecuada, rentable y eficiente gestión responsable de nuestras empresas y organizaciones mediante la integración de la Agenda 2030. 

Empecemos por diferenciar conceptos. 

Responsabilidad Social Corporativa (RSC) se define como una técnica de gestión empresarial basada en la gestión de los impactos que su actividad genera sobre clientes, personas trabajadoras, accionistas, comunidades locales, medioambiente y sobre la sociedad en general (Grupos de interés), integrando en su estrategia y operativa aspectos económicos, sociales y ambientales.

Por su parte, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se definieron en la Asamblea General de las Naciones Unidas del 25 de septiembre de 2015, formando parte de la Agenda 2030, como un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia.

La Agenda plantea 17 Objetivos con 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental.

Como decíamos, RSC y ODS están estrechamente relacionados, y se puede afirmar que una empresa que se gestiona de manera socialmente responsable generará un impacto positivo que ayudará a la consecución de los ODS, de manera directa o indirecta. 

En este sentido, los ODS refuerzan el modelo de gestión RSC, y definen como requerimiento para alcanzar sus metas la colaboración entre estados, sociedad civil y el sector privado.

Así pues, el sector privado es un actor imprescindible y necesario para lograr la consecución de los ODS.

Las empresas, tanto públicas como privadas, las entidades y todo tipo de organizaciones, deben trabajar para integrar los ODS en su estrategia y en su operativa.

Las empresas, por la capacidad que tienen de contribuir al desarrollo de los entornos donde operan, son importantes agentes de transformación.

Por ello, la participación de la comunidad empresarial es esencial para alcanzar dichos objetivos a tiempo. 

Resolver muchos de estos retos es, además, una gran oportunidad para la que la empresa se adapte a las nuevas circunstancias innove y cree ventajas competitivas, contribuyendo con su actividad y capacidades al desarrollo social.

Hoy en día, es razonable pensar que las compañías no pueden crecer ni ser competitivas en una sociedad que se empobrece económica y socialmente. 

Los objetivos de la Agenda 2030 son:

  • una oportunidad para las compañías y 
  • un marco de referencia para las estrategias de RSC. 

Hay voces muy reconocidas que mantienen la contribución corresponde sólo a grandes empresas. 

Pero la realidad es que un modelo de negocio sostenible y responsable no depende tanto del tipo de empresa o de su tamaño, sino del compromiso que tiene con la sociedad. 

Los ODS trazan, por tanto, una hoja de ruta para las empresas.

Estos objetivos globales sirven también de guía y apoyo a la hora de

  • Redefinir el propósito de la empresa, 
  • Crear valor compartido y 
  • Asegurar que las actuaciones de la compañía tengan significado para los grupos de interés. 

Estos esperan que la compañía siga criterios económicos, sociales y éticos en la toma de decisiones, por lo que los objetivos de la Agenda 2030, al dotar a las compañías de un marco de actuación, una herramienta de valoración del impacto y un lenguaje común con sus stakeholders, cobran aún más relevancia.

En este sentido, el plan de acción de la Agenda 2030 aporta un lenguaje común que está haciendo que compañías que a priori no tienen demasiado en común avancen en una misma dirección, trabajando para mejorar la educación, promover la igualdad de la mujer o impulsar la defensa del medio ambiente.

De igual manera, está permitiendo el desarrollo de alianzas y proyectos de colaboración entre actores pertenecientes a distintos sectores, como empresas, gobiernos u ONG. 

La contribución al logro de los ODS debe ser una consecuencia de la asunción de la responsabilidad ante la sociedad, no el objetivo de la estrategia empresarial.

En las acciones para asumir e implementar esa responsabilidad la empresa debe analizar el contexto en que opera y los impactos que puede y quiere tener sobre sus principales grupos de interés, por ejemplo, sus empleados y clientes actuales, proveedores, la comunidad en la que ubica su actividad y genera sus impactos, los gobiernos locales, las organizaciones de la sociedad civil, etc. 

Trazar correctamente su materialidad, aquellos asuntos relevantes para su sostenibilidad en el tiempo y elaborar planes de actuación responsables, coherentes y transversales en los que la implementación de los ODS no sólo potencie la consecución de sus objetivos económicos, si no que les posiciona como parte de la revolución social, económico y empresarial que vivimos y que debería llevarnos a un modelo mas justo y respetuoso con las personas y el Planeta. 

Además, en este nuevo entorno, en el que siglas, conceptos, teorías, nuevas normas, pueden llegar a marearnos, todos deberíamos tener claro que las compañías que no sean capaces de demostrar su valor e impacto positivo en la sociedad tendrán difícil justificar su existencia en el mercado.


Deja un comentario

Su email no será publicado. Los campos obligatorios están marcados *



Élite Murcia es una revista digital e impresa que promueve lo mejor de la Región de Murcia: cultura, gastronomía, empresas y personalidades. Entrevistas a reconocidas personalidades de la sociedad murciana, artículos sobre los mejores hoteles y restaurantes de la Región, crónicas de los más interesantes eventos que tengan lugar, informes económicos y de inversión, así como de reportajes sobre las empresas líderes y de mayor expansión de Murcia.



Contáctanos

C/ San Vicente de Paul, 6
30100 Murcia
Tel. de contacto: 644  73 79 48



Newsletter


    He leído y acepto las condiciones de la Política de Privacidad


    Categorías


    Suscríbase a nuestro Newsletter

    Reciba en su email las útlimas noticias de Élite Murcia



    Muchas gracias! Su suscripción ha sido realizada.