Amigos y maestros, lo mejor de 2022

Viajemos con nobles deseos
Escuchaba recientemente en la radio que la vida es eso que pasa mientras hacemos planes. Recuerdo que los Beatles cantaban tal circunstancia. Por eso, quizás, no me gusta hacerlos, aunque luego, como a todos, me encantan que salgan bien. Supongo que es la contradicción en la que vivimos la mayoría. En todo caso, sí que me complace anticiparme y diseñar un modo de comportamiento con el fin de desarrollar aquello en lo que creo y de intentar, en paralelo, que la felicidad nos alcance de la manera más plena posible, al menos en lo que pende de nosotros.
Igualmente, la existencia, si bien no siempre la percibimos de esta guisa, es ese cúmulo de amigos, de gentes que nos quieren, que nos ayudan con sus acciones, con sus complicidades, para que todo discurra un poco, o un mucho, mejor. Junto a ellos están los maestros, pocos, que nos inculcan valores y hábitos, destrezas y aprendizajes con los que nos comunicamos y cabalgamos en singular singladura por toda clase de caminos, que hemos de procurar que sean beneficiosos sin hacer daño a nadie.
Suelo glosar que he tenido suerte, verdadera fortuna, con los compañeros de travesía. Sí que la he disfrutado, y aún. Como todo hijo de vecino también he debido lidiar con personas poco edificantes, pero hasta en eso ha jugado firme el azar: se han ido poco a poco buscando alimentos inmediatos en otra parte y dejándome cada vez más libre. No se ha producido, pues, fricción, sino sosiego.
Y reconozco, asimismo, mi tesoro vital por los maestros que me ha brindado el porvenir, que con generosidad y devoción me han ofrecido conocimientos, respeto y maravilloso afán. Como resaltaba Kierkegaard, incluso en el silencio he cosechado de ellos: sinceramente ha acontecido así por lo que han ocasionado en mí en concordancia con lo referido, así como por sus diligencias y, por ser, fundamentalmente, óptimas almas.
Con esta meditación hacia ellos, los maestros, y también a los amigos, comienzo el 2022, reportándoles unas recurrentes gracias y resaltando que, sin ellos, y ellas, nada sería igual. La vida va con y por vosotros. ¡Buen año! La garantía de una parte ingente se edifica en vuestro papel.