TRAZA: “La salud de los consumidores es nuestra meta”

Las empresas e instituciones del sector de la alimentación deben prestar especial atención a la normativa sanitaria, un aspecto que es fundamental en el desarrollo de sus funciones. Para ello, y para que el consumidor final obtenga productos seguros y de calidad, TRAZA es la mano amiga que ofrece multitud de servicios a estas compañías para acompañarlas de manera cercana y exhaustiva en análisis y trámites para garantizar que se cumplan todos los requisitos. En Élite Murcia hemos podido hablar con sus fundadores, José María Pérez y Vicente de Pablos, y nos han explicado su mecánica de trabajo como empresa de referencia en Murcia.
TRAZA se fundó en 2005, por lo que cuenta con más de 19 años de recorrido en el ámbito de la seguridad alimentaria. Tras las diferentes crisis surgidas a finales de los 90 y principios del año 2000 (dioxinas y vacas locas fundamentalmente), la sociedad en general, y la propia administración sanitaria en particular, fueron conscientes de la necesidad de incrementar los controles. Ante ese escenario, decidieron constituir TRAZA, enfocándose a prestar servicios de soporte técnico para todos los operadores de la cadena alimentaria.
Además, desde la compañía consideran que Murcia y todo el eje mediterráneo es un gran polo productor agroalimentario con una vocación empresarial indudable, y eso les animó a emprender. Los socios fundadores ya tenían experiencia previa en el control de la seguridad alimentaria y la salud pública y sabían que era un buen momento. Partiendo de la base de la importancia creciente que tendría el concepto “somos lo que comemos” decidieron dar el paso.
“2.500 operadores avalan nuestra cercanía y compromiso”

La salud de los consumidores es la meta de TRAZA. Trabajan estrechamente con sus clientes para la implementación y la mejora de los sistemas de gestión de la seguridad alimentaria y de la calidad en todos los eslabones de la cadena alimentaria.
Actualmente, prestan servicios para más de 2.500 operadores alimentarios en España, Portugal y Andorra y su objetivo principal es consolidarse como empresa número uno en el sector de la Seguridad Alimentaria nacional.
Sobre el equipo de TRAZA, hoy en día cuentan con 28 trabajadores directos repartidos en tres oficinas en España (Murcia, Madrid y Barcelona). Disponen de cinco personas en área administrativa y finanzas, dos en expansión y desarrollo de negocio, cinco en laboratorio y dieciséis en consultoría y auditoría.
Destacan por la inmediatez de respuesta y la presencia nacional, ya que ofrecen servicios de control y seguimiento en cualquier punto de España y Portugal y trabajan con plazos de actuación de 24 horas.
Aparte de la cualificación técnica del equipo en todas sus áreas, el valor diferencial de TRAZA es la cercanía y el compromiso. Se implican al máximo en cada proyecto, sintiéndose parte de la empresa de cada uno de sus clientes.
Además, los clientes también valoran mucho que actúen como interlocutores con las autoridades sanitarias para cualquier tipo de trámite.
Sus servicios más demandados son la legalización de la propia empresa con la obtención de registro sanitario; auditoría y consultoría sanitaria; servicios de laboratorio de análisis de alimentos y aguas; formación de personal y soporte para certificación de sistemas de gestión de calidad como IFS o BRC.

Mecánica de trabajo
En cuanto a los procesos desde que una empresa contacta con ellos, en TRAZA consideran que en un nuevo proyecto de negocio es fundamental validar previamente su viabilidad, comprobando que la infraestructura y el diseño del establecimiento reúne los requisitos necesarios para desarrollar la actividad.
De este modo, cuando el cliente contacta con ellos, realizan una visita técnica y validan planos y proyecto, revisando también la propuesta de alimentos a elaborar e incluyendo aspectos como su etiquetado, ficha técnica y vida útil, entre otros.
Una vez que la instalación está finalizada, realizan la implantación del sistema de trabajo que exige sanidad y lo comunican al equipo y a toda la organización para solicitar el registro sanitario formalmente a la administración sanitaria.
Cuando se ha realizado la implantación, la empresa se incluye en una rutina de visitas de control periódicas en las que su equipo de auditores comprueba minuciosamente las buenas prácticas de manipulación, enviando su correspondiente informe de auditoría. En esas visitas, además, realizan la toma de muestras para el control analítico de los alimentos elaborados y superficies de trabajo en contacto con el alimento, procesadas en su laboratorio acreditado por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC).
El seguimiento en continuo de la actividad incluye otros servicios, como el acompañamiento en inspecciones oficiales, la formación de la plantilla en continuo, la interlocución con la administración y la digitalización completa del sistema de registros y control operativo.
Texto: Marcos Paredes