“El papel de la mujer en la agricultura cada vez es más relevante”

EM. Actualmente ejerces como CEO de la Fundación Ingenio ¿en qué consiste tu puesto y cómo logras esta posición tan importante?

NC. Ser la cara visible de la Fundación Ingenio, tener el privilegio de representar a miles de agricultores del Campo de Cartagena y poder trabajar para la mejora de una actividad tan importante para la sociedad y tan estratégica para la Región de Murcia no puede ser más motivador. Esto es producto de un cúmulo de circunstancias que se alinean y hacen que los patronos fundadores intuyeran en mí las cualidades idóneas para ser el mascarón de proa del proyecto y me brindasen la oportunidad de participar en el proceso de selección para este puesto. Su apuesta por una cara femenina, rompiendo así con la masculinidad que por tradición imperaba en los puestos de representación dentro del sector, es algo que yo interpreto como una declaración de intenciones en sí misma. Poner a una mujer al frente de un mundo tradicionalmente en manos de hombres es totalmente transgresor, disruptivo y evidencia que las cosas en la agricultura se empiezan a hacer de un modo diferente, mucho más acorde a los nuevos tiempos. En este contexto mi rol es el de liderar a la Fundación Ingenio en su misión de impulsar una agricultura familiar, sostenible e innovadora, donde la actividad vaya ligada a la transparencia, la información, la trazabilidad y las garantías.

EM. ¿Cómo nace la Fundación Ingenio?

NC. La Fundación Ingenio nace a principios de 2020 por el deseo de unión de los agricultores del Campo de Cartagena, que hasta la fecha no habían logrado caminar de la mano. Esta iniciativa no hubiese sido posible sin el impulso y la visión de algunos de los patronos fundadores que, conscientes de los desafíos que tiene que afrontar la agricultura del siglo XXI, vieron en la Fundación el faro de guía idóneo para alumbrar esa transformación y ser capaces de abordar los grandes retos. En la actualidad, el patronato está compuesto por 45 empresas, principalmente cooperativas y sociedades agrarias de transformación formadas por pequeños y medianos agricultores, junto con dos comunidades de regantes: la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, la más grande de España, y la Comunidad de Regantes de Arco Sur. Representamos a más de 10.000 agricultores.

EM. ¿Cuál es el objetivo y la labor principal de la Fundación?

NC. Tenemos una misión muy clara y todos nuestros objetivos confluyen en ella: poner en valor el cultivo de alimentos a través de una agricultura familiar, sostenible e innovadora. Estas dos últimas palabras tienen carácter trasversal en cualquier actividad que llevamos a cabo y están en el ADN de todos los patronos. Tenemos claro que la agricultura o es sostenible o no será, y tenemos claro que esta sostenibilidad solo se alcanzará a través de la innovación y la optimización de recursos.

EM. Defendéis el lema “La tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos”, ¿a qué os referís?

NC. Esa frase viene a recordarnos que los recursos naturales como la tierra y el agua son bienes de extraordinario valor y que, como cualquier recurso natural, son finitos y requieren de un uso racional y óptimo. Si los degradamos y agotamos, las generaciones venideras no tendrán nada. Los agricultores de la Fundación Ingenio están enraizados con la tierra y el agua mucho más que cualquier otra actividad productiva: estos dos elementos, junto con el clima, son su medio de trabajo. Es por ello por lo que tenemos muy presente que agricultura y medio ambiente son perfectamente compatibles, siempre que seamos capaces de producir alimentos minimizando el impacto al máximo a través de la innovación y la tecnología.

EM. Desde Fundación Ingenio defendéis la agricultura ecológica y sostenible, ¿qué labores y técnicas lleváis a cabo para la protección del medioambiente?

NC. Las empresas, cooperativas y agricultores del Campo de Cartagena están haciendo un gran esfuerzo por implementar prácticas cada vez más sostenibles. El compromiso del campo con el medioambiente es indiscutible, y así lo demuestran las cooperativas y empresas del sector que llevan años fomentando prácticas verdes. Hay una apuesta decidida, desde la dirección de Fundación Ingenio hasta el último trabajador, por lograr un equilibrio entre agricultura y medioambiente. Sabemos que una pieza fundamental para que esto suceda es la optimización de recursos. En ese sentido, la optimización del riego y de los recursos hídricos es una constante en el Campo de Cartagena: actualmente, el 100% de nuestras fincas y nuestros cultivos se riegan con goteros de un caudal medido y estudiado para cada parcela y cultivo. Además, se está trabajando con tensiómetros en suelo para optimizar el agua y con productos con capacidad de retener agua en suelo, así como con fertilizantes más sostenibles para los cultivos de la zona. Cabe mencionar asimismo el uso de energías renovables, por ejemplo, a través de la implantación de energía solar fotovoltaica en las instalaciones de algunas de las empresas; así como los esfuerzos por reducir las emisiones de carbono.

EM. Apostáis firmemente por la implantación de las nuevas tecnologías para potenciar la innovación del sector agrario, ¿cuáles han sido las últimas incorporaciones puestas en marcha?

NC. La innovación en el sector agrario no es algo nuevo, lo cierto es que lleva años implementándose, pero sí que en los últimos tiempos el sector ha hecho un especial esfuerzo por tecnificarse. Actualmente las nuevas tecnologías van encaminadas hacia la optimización del agua de riego y la disminución de nitratos aportados en fertilización, desde el control de humedad en el suelo hasta la utilización de software para riego y abonado de precisión. La tecnología en el sector agrario es un aliado que ha venido para quedarse.

EM. En diciembre pusisteis en marcha el proyecto “Anillo Protector Ambiental”, ¿qué mejoras se han alcanzado desde su implantación?

NC. El pasado 16 de diciembre presentamos oficialmente nuestra propuesta integral y definitiva a la situación del Mar Menor: el Anillo Protector Ambiental. Los ejes rectores de este proyecto son la mejora de las prácticas agrícolas, así como la reducción de la descarga de aguas subterráneas y superficiales al Mar Menor. Actualmente estamos trabajando en un cuarto eje de carácter social y ambiental. Creemos fundamental explorar de qué forma esta iniciativa puede contribuir a mejorar la calidad de vida de las poblaciones ribereñas, integrándose en su día a día y fomentando las prácticas sostenibles. Por otro lado, recientemente hemos presentado el Anillo Protector Ambiental en el Congreso, donde estuvimos reunidos con los representantes de Medio Ambiente y Agricultura de los principales partidos políticos, entre quienes el proyecto tuvo muy buena acogida. El próximo paso es seguir trabajando juntos para encontrar vías de colaboración de cara a la implementación de este conjunto de acciones y medidas de calado. Al final del día la ejecución de las obras contempladas solo podrá llevarse adelante con la voluntad y el compromiso de las administraciones.

EM. ¿Cómo está afectando la pandemia al sector de la agricultura murciana? ¿Qué medidas estáis llevando a cabo desde Fundación Ingenio para sobreponeros a esta nueva normalidad?

NC. En estos tiempos tan difíciles, el sector agrario ha demostrado una vez más su rol estratégico y ha redoblado esfuerzos para mantener la actividad y surtir de alimentos a la población durante los meses más duros de confinamiento. Asimismo, los agricultores han asumido todas las medidas de seguridad sanitaria y los protocolos de lucha contra la Covid19. Reparto de mascarillas y guantes entre los trabajadores, dispensadores de gel hidroalcohólico, colocación de mamparas de seguridad, duplicar puestos o realización de pruebas serológicas y PCRs a los trabajadores son algunas de las medidas adoptadas. También han tenido que realizar otras actuaciones como la readecuación de instalaciones, aumento de medidas de desinfección en almacenes y locales, reestructurar espacios para que los trabajadores mantengan la distancia de seguridad o implementar charlas de capacitación al personal para asegurar la correcta implementación de todas las medidas. Muchos de los agricultores que conforman la Fundación Ingenio pertenecen a pequeñas empresas y cooperativas familiares que se ven gravemente afectadas por el impacto de estos sobrecostes, más aun teniendo en cuenta que una gran cantidad de agricultores está asumiendo el 100% de los mismos para evitar trasladarlos al precio final.

EM. ¿Entiendes que el liderazgo femenino en el sector de la agricultura va en crecimiento?

NC. La presencia de la mujer en la agricultura, como en cualquier otro sector económico, es cada día más relevante. En la agricultura, al ser un mundo predominantemente masculino, el incremento de su presencia suele llamar más la atención. Sin embargo, yo no entiendo el liderazgo femenino con un componente supremacista con respecto al masculino, entiendo que una mujer es capaz de desarrollar los mismos trabajos que un hombre. Soy una firme defensora de los principios de igualdad, mérito y capacidad, ello al margen de que seas hombre o mujer. Hay que luchar contra los sesgos, sean de género o de cualquier otro tipo.

EM. ¿Cómo logras conciliar tu vida personal con la familiar?

NC. Como cualquier persona con un trabajo exigente y con sentido de la responsabilidad, nunca logras poner una barrera clara entre vida profesional y personal. La Fundación no es un trabajo al uso, es un proyecto que requiere de atención continua y que nunca sabes cuándo va a necesitar de ti. Esto no quita que siempre quede tiempo para cultivar aficiones y, por supuesto, para disfrutar de la familia y los amigos.

EM. ¿Qué balance realizáis desde Fundación Ingenio desde su puesta en marcha en 2020?

NC. En este año tan atípico y difícil que nos ha tocado atravesar, la agricultura ha demostrado una vez más porqué es un sector esencial y me enorgullece decir que desde Fundación Ingenio hemos estado a la altura de las circunstancias para poner en valor el enorme esfuerzo de todos los agricultores. Nos hemos reunido con los distintos grupos parlamentarios para abrir el diálogo y buscar consenso y soluciones a los retos actuales y futuros a los que se enfrenta la agricultura en la Región de Murcia. También hemos tendido puentes a nivel internacional, asociándonos con diversas organizaciones para emprender iniciativas conjuntas ligadas a la sostenibilidad e innovación. Cerramos el año presentando el Anillo Protector Ambiental, nuestra solución definitiva a la situación del Mar Menor basada en criterios técnicos y científicos y avalada por catedráticos del más alto nivel. Este proyecto viene a materializar nuestra premisa de que Mar Menor y agricultura son perfectamente compatibles: lo que verdaderamente hace falta es voluntad de todos los actores implicados para impulsar juntos el cambio que nos exige las circunstancias y el medio. En eso trabajaremos de cara al 2021.

EM. ¿Cómo es el día a día de Natalia Corbalán?

NC. Los días en la Fundación son muy intensos. Abordamos muchos frentes de diferente naturaleza, trabajando el corto, el medio y el largo plazo al mismo tiempo. Sin mencionar un solo titular de prensa puede dar un giro completo a la agenda. Hay que aprender a vivir con estas dosis de improvisación que pueden surgir en cualquier momento. Gracias a Dios no estoy sola y cuento con un equipo de grandes profesionales que hace todo mucho más fácil.

• Una frase que te defina: suceda lo que suceda, intenta estar siempre a la altura de las circunstancias.

• Qué debe tener un buen líder: la capacidad de generar empatía y de transmitir pasión por lo que hace.

• La agricultura es y será: la actividad más importante para los seres humanos. De ella depende nuestra subsistencia, nuestra salud y todo lo demás