En el mundo del interiorismo, existe una regla fundamental que se aplica a la hora de decorar cualquier espacio: la regla del 3. Esta norma no escrita consiste en agrupar elementos decorativos en grupos de tres para conseguir una sensación de equilibrio y armonía en la decoración.
Pero, ¿por qué funciona la regla del 3?
La explicación la encontramos en la psicología visual. Nuestro cerebro procesa la información de forma más eficiente cuando se presenta en grupos de tres. Esto significa que, cuando vemos tres objetos juntos, nuestro cerebro los interpreta como un patrón, y los recuerda más fácilmente que si estuvieran sólos o en grupos de dos, por ejemplo.
Además, la regla del 3 también funciona desde un punto de vista estético. Como interiorista con una dilatada experiencia en el sector, te puedo asegurar que agrupar elementos en grupos de tres consigue un equilibrio visual y una sensación de plenitud en la estancia. Si se utilizan dos objetos, es fácil que el ojo se sienta atraído por uno más que por otro, lo que puede generar una sensación de incomodidad. En cambio, con tres objetos, el ojo se mueve de forma natural de uno a otro, creando una sensación de fluidez y equilibrio.
¿Dónde se puede utilizar la regla del 3?
La regla del 3 se puede aplicar a cualquier elemento decorativo, desde cojines hasta cuadros, pasando por jarrones, lámparas o velas. Eso sí, te recomiendo que los tres elementos tengan algo en común, ya sea el color, el material o el estilo. De esta forma, se crea una unidad visual que hace que los elementos funcionen como un conjunto, de lo contrario se provocará el efecto contrario y no obtendremos el resultado que buscamos en nuestro diseño.
La Regla del 3
Por supuesto, la regla del 3 no es una norma absoluta. En algunos casos, puede ser adecuado utilizar más o menos elementos decorativos en función del espacio y del estilo que se quiera conseguir. Pero, en general, es una buena guía para conseguir una decoración equilibrada y atractiva.
En conclusión, la regla del 3 es una herramienta básica que podemos utilizar en cualquier proyecto de interiorismo, independientemente del estilo que se quiera lograr en el diseño. Y es que, como hemos visto, al agrupar elementos en grupos de tres, se consigue una sensación de equilibrio y armonía que hace que cualquier espacio se sienta más acogedor y atractivo. Así que ya sabes, la próxima vez que estés decorando tu casa, ¡prueba a aplicar la regla del 3 y verás la diferencia!
Artículo de: Ana García Interiorista