El aprendizaje continuo

7 enero 2022
Teresa Martín-Retortillo | Executive President at IE University Exponential Learning Executive Education

Factor crítico de supervivencia

Las organizaciones actuales se enfrentan a mercados globales volátiles e inciertos que están impulsando cambios en las habilidades ejecutivas y en la educación. Además de las capacidades técnicas y emocionales tradicionales, la adaptabilidad y el aprendizaje continuo son ahora, más que nunca, habilidades necesarias.

Las empresas de hoy en día necesitan talento y directivos con una mentalidad que proactivamente busquen el aprendizaje. Aprendizaje como catalizador de la innovación, la excelencia y una cultura de alto rendimiento. En el entorno actual, complejo, volátil e incierto, las organizaciones están dejando de lado los modelos de negocio dominados por el control de los activos para pasar a nuevos modelos basados en la capacidad de controlar e influir en los ecosistemas. A medida que surgen nuevas funciones y situaciones, las personas deben comprender el contexto para poder adaptarse mediante el aprendizaje permanente.

El aprendizaje permanente significa dar a las personas la oportunidad de mejorar las habilidades y los talentos que ya utilizan en su trabajo. Los líderes empresariales deben dar prioridad a este tipo de formación y dar ejemplo demostrando que renuevan constantemente sus propios conocimientos. Esto es parte de lo que vemos entre los directivos que asisten al Advanced Management Program que el IE Business School imparte en Murcia; vienen con curiosidad y humildad a pesar de haber alcanzado ya puestos de dirección de muy alta responsabilidad. Los líderes empresariales deben actuar como diseñadores, guías y profesores; son los responsables de construir una organización en la que se mejoren constantemente las competencias con el objetivo de comprender nuestra compleja realidad, desarrollar una visión personal y empresarial, y mejorar los modelos mentales compartidos. Es esencial diseñar mejores procesos de aprendizaje para que los profesionales estén equipados para manejar situaciones críticas de forma productiva.

Aprendizaje para nuevos tipos de rendimiento

El acelerado cambio tecnológico está transformando los cimientos de las empresas de todos los sectores. Este nuevo entorno que requiere mayor agilidad e innovación constante exige que se reformulen los modelos de negocio. En este nuevo panorama, las empresas deben fomentar una mentalidad de mejora continúa animando a todos sus profesionales a afirmar el control sobre su propio aprendizaje y a responsabilizarse de su propio desarrollo. Esto puede lograrse aplicando vías de aprendizaje para el talento de la empresa. Los ejecutivos o profesionales que deseen desarrollar un conjunto específico de competencias pueden seguir un itinerario de aprendizaje concreto que consta de varias unidades cortas y se centra en capacidades específicas. Con este enfoque, tanto las organizaciones como los individuos pueden acceder rápidamente a los conocimientos más innovadores a través de una formación personalizada.

Además del cambio tecnológico y de la gran incertidumbre y volatilidad, las empresas y los individuos están sometidos a una presión constante para obtener resultados. Esto hace que el entorno de trabajo sea extraordinariamente duro y exigente, con la expectativa de un rendimiento sólido en plazos cada vez más ajustados. Las empresas se enfrentan a una presión incesante para cumplir sus previsiones de crecimiento; esta presión se siente en toda la organización, desde el director general hacia abajo.

Varios indicadores confirman que las empresas de ayer han llegado al final de un ciclo. En el entorno emergente de hoy, la tecnología está ampliamente disponible y es más rápida que nunca; como resultado, el paradigma del aprendizaje ha cambiado. El tamaño es menos importante que antes; lo que importa ahora es el rápido ritmo de cambio y las economías de velocidad. Además, están surgiendo retos en el macroentorno. Los gobiernos se están volviendo más activos y los partidos políticos están defendiendo la igualdad; el diálogo entre los partidos también está aumentando, al igual que el diálogo con las empresas.

Necesidad de habilidades digitales para todos

Parece que en el reciente estudio del DESI (Indice de la Economía y de la Sociedad Digitales) de 2021, España se ha posicionado en noveno lugar dentro de los 27 paises de la UE. El talento digital parece ser una de las métricas donde tenemos oportunidad de mejora: al margen de que tenemos menos del 5% de especialistas y profesionales TIC; sólo hay una tercera parte de los profesionales que tienen competencias digitales por encima del nivel básico. No hay que olvidar que, en los trabajos de naturaleza más digital, la obsolescencia se produce de manera mucho más acelerada que en otro tipo de trabajos. Hoy las competencias dentro de un puesto de trabajo concreto requieren ser actualizadas de manera mucho más frecuente. El comercial o el administrativo de hoy tiene que estar actualizado en el uso de herramientas digitales prácticamente cada dos o tres años. La necesidad de seguir aprendiendo de manera eficaz y sin temor es evidente para los puestos intermedios; pero es también lo es y más necesaria para directivos.

Habilidades y competencias de liderazgo

En el nuevo mundo que acaba de nacer, los líderes eficaces buscan ahora diferentes tipos de talento. Las capacidades cognitivas (como por ejemplo pensamiento crítico, ideación y creatividad) tienen ahora prioridad sobre las habilidades intelectuales y técnicas, que solían ser la pieza central del proceso de selección. Los líderes empresariales y el talento directivo deben tomar nota de la necesidad real de desarrollar nuevas habilidades y capacidades de liderazgo. La capacidad y el poder de adaptación son de suma importancia. El trabajo en el que usted destaca hoy es probablemente muy diferente del que se necesitará dentro de unos años.

La capacidad de éxito se medía tradicionalmente en términos de capacidad intelectual, o cociente de inteligencia (CI). Más tarde, se popularizó el considerar también la inteligencia emocional (EQ), que mide la capacidad de empatizar, trabajar con otros y compartir. Hoy en día, es esencial considerar el cociente de adaptabilidad (AQ) en la selección y el desarrollo del talento. El AQ mide una combinación de habilidades cognitivas que determinan la capacidad de las personas para procesar información, memorizar y resolver problemas; su mentalidad de aprendizaje; su capacidad para superar el miedo a las nuevas situaciones y desarrollar la curiosidad; y los rasgos emocionales asociados a la empatía y la simpatía. Otro rasgo clave es la capacidad de caerse y volver a levantarse. Cometer errores, asumir riesgos y perseverar ante la dificultad o la incertidumbre cualidades emocionales quizá algo diferentes de las valo- radas anteriormente son también elementos críticos para el éxito.

Un elemento fundamental de la capacidad de adaptación es el deseo de seguir aprendiendo, tener una mentalidad que haga que no tengas miedo de no saber las cosas. Con esa mentalidad, se desarrolla la curiosidad: aprender sobre cosas nuevas se convierte en el modo de funcionamiento por defecto. La gente no deja de aprender cuando llega a una edad determinada o cuando empieza un determinado trabajo. En Europa, casi la mitad de la población tiene más de 50 años. Estas personas deben desarrollar la capacidad de aprender en un entorno laboral en el que hay que obtener resultados en el menor tiempo posible. Bajo este tipo de presión, el aprendizaje permanente es imprescindible.

Lo creamos o no, el aprendizaje continuo es un imperativo para muchos lideres, pero requiere práctica, dedicación y orientación.

En general, el buen aprendiz sigue tres pasos clave:

1. Desarrollo de la curiosidad y capacidad de salir de la zona de confort basada en la experiencia y conocimientos habituales.

2. La capacidad de absorber y entender nuevas materias a través de la dedicación al aprendizaje y la práctica.

3. La puesta en marcha de estas nuevas habilidades en el día del trabajo o en un proyecto concreto dentro de la empresa.

Esta parte de conocimiento aplicado es un elemento clave para estimular la formación directiva; la mayoría de los directivos que pasan por las aulas del IE Business School además de buscar ser más sabios, buscan sobre todo como impactar sus organizaciones y sus cuentas de resultados. Es por ello por lo que uno de los valores que inspiran los programas de formación directiva en el IE es el crecimiento, tanto el personal como el de las organizaciones. El crecimiento pasa inexcusablemente por el aprendizaje continuo de las personas en sus organizaciones.

Teresa Martín-Retortillo


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