Cómo debemos cuidar la mente en estos días de confinamiento
Los psicólogos Amelia Fuentes y Andrés Orive, de Mentium Psicólogos, nos dan algunas recomendaciones para evitar la ansiedad, el estrés y los pensamientos obsesivos en estos días que bebemos estar de cuarentena.
Durante estos días es fundamental implementar rutinas, establecer horarios que incluyan una hora aproximada para levantarnos y acostarnos (tenemos que cuidar nuestra higiene de sueño), autocuidado (aseo y vestirnos, necesitamos tener la sensación de que el día comienza y termina, si pasamos el día en pijama aparece la sensación de que el tiempo se difumina), tareas productivas (trabajo, estudio, tareas de casa…). El ser humano necesita tener sensación de logros, necesitamos comprobar que nos hemos planteado objetivos y que los hemos cumplido; es importante escoger momentos para informarnos, el estar recibiendo continuamente información puede suponer un incremento de nuestra activación, generar un estado de alerta que nos predispone a tener incrementos de ansiedad.
En nuestra rutina es fundamental introducir momentos sociales (virtuales, por supuesto), es importante mantenernos en contacto con los nuestros, si puede ser por videollamada, mejor, ya que le podemos dar un carácter más real. Por último, en cuanto a rutinas, es de gran importancia introducir actividades agradables, tener momentos en los que podamos disfrutar. Si bien estas indicaciones, con carácter general, son adecuadas, tenemos que ser conscientes de lo irregular de la situación, y no adherirnos a ellas de forma rígida, tenemos que contar con que en muchas ocasiones no podremos cumplir con los objetivos marcados, lo que no supondrá un fracaso, sino adaptación a la situación. Marquémonos objetivos alcanzables, no es el momento para el perfeccionismo.
Un aspecto clave en esta situación es el manejo de la INCERTIDUMBRE, elaborar teorías acerca de la posible duración, de las posibilidades de contagiarnos, de las posibles consecuencias… puede conducir a pensamientos de tipo obsesivo, y también eleva el nivel de ansiedad basal. Ante esto, una alternativa que resulta más interesante es centrarnos en aquellas cuestiones que realmente están bajo nuestro control en las diferentes cuestiones sobre las que sentimos incertidumbre (ej: si me van a examinar de este curso escapa a mi control, pero estudiar x horas al día sí que está bajo mi control).
Por último, no olvidemos una herramienta esencial en este momento, la VALIDACIÓN, toda emoción experimentada es válida siempre, ahora incluso más. Validemos a quien siente miedo, validemos a quien siente tristeza, sin cuestionar si tiene derecho o no a ello, validemos nuestras propias emociones. Tras validar hay que enfocar nuestra atención en nuestras propias sensaciones, sin tratar de evitarlas, sin darles la espalda. Es posible que en estos días estés experimentando palpitaciones, angustia, rumiaciones, falta de apetito o sueño o todo lo contrario… son sensaciones esperables y válidas, si las evitas, si no les dedicas atención se puede producir todo lo contrario, que aumenten el número de sensaciones desagradables y su intensidad.